YIN YOGA

Quizá es la primera vez que escuchas o lees algo sobre este estilo de yoga. Yin yoga, puede sonar a un estilo de yoga moderno y occidentalizado, incluso puede recordarte a un estilo de danza originaria de los años 50 el gym jazz sugiriendo un tipo de yoga dinámico pero nada tiene que ver con el movimiento y con el clásico estilo de yoga que a todas nos llega a la mente.

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YIN YOGA ES EL ARTE DE NO HACER
Yin yoga forma parte de la tradición original del Hatha yoga. En los textos más antiguos como el Hata Yoga Pradipika S. XV o en el Shiva Samhita S.XVI ya se mencionan más posturas sentadas sobre el suelo que de pie o equilibrio. Por lo tanto las posturas de naturaleza Yin existen desde los inicios de la práctica del yoga físico.

Yin yoga surge de la fusión de dos corrientes filosóficas de Oriente, Hatha Yoga y Taoismo. El término Yin hace referencia a la filosofía YIN YANG
El concepto Yin se traduce en secuencias que trabajan de forma pasiva (sin activar la musculatura) y de forma lenta manteniendo las asanas de forma prolongada, entre 3 y 5 minutos permitiendo así llegar a los tejidos más profundos como son la fascia, tendones o el esqueleto. Además de actuar sobre los principales meridianos del cuerpo.

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A través de la quietud, la escucha y la calma podemos llegar a conectar con aspectos sutiles de nuestro ser.
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Yin yoga nos lleva a ser plenamente conscientes del cuerpo, de la respiración, de las sensaciones físicas y los procesos mentales que surgen de la observación. Nos encontramos con la oportunidad de soltar y dejar ir al principio lo más físico, la molestia, la incomodidad y poco a poco soltamos los juicios, las exigencias, las metas, el ego hasta encontrarnos con quien somos realmente, con nuestra verdadera esencia aceptando y amando nuestras luces y nuestras sombras.

BENEFICIOS DE LA PRÁCTICA YIN YOGA

  •  A nivel físico
    • Ayuda a conservar y ampliar la flexibilidad y el rango de movimientos de las articulaciones aportando hidratación a los tejidos. La práctica genera y aumenta la producción de colágeno y ácido hialurónico.
    • La espalda recupera su curvatura natural, manteniéndose más flexible.
    • Relaja el sistema nervioso central, sensación que es experimentada en todos los sistemas del cuerpo.
  • A nivel energético
    • Se estimula el flujo de energía vital (Qi o el Prana) a través de los meridianos que según varios estudios científicos están ubicados en la fascia, conectado cada meridiano a un órgano y este a una emoción.
  • A nivel mental y emocional
    • Nuestra capacidad de observación aumenta, permitiendo darnos cuenta de las emociones, pensamientos y patrones de reacción que surgen al permanecer en quietud
    • Ayuda a distanciarnos de los pensamientos desarrollando la consciencia testigo
En este mundo YANG activo, dinámico, rápido donde lo que prima es la inmediatez debemos aprender a parar y a conectarnos con la parte YIN y de esta manera encontrar el equilibro para vivir en armonía.